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jueves, 15 de octubre de 2009

LA MUJER PANTERA


Los árboles eran grandes, muy altos y proyectaban tanta sombra que a sus pies, a la hora que bajaba el sol, era poco lo que se veía.
El suelo estaba húmedo y suave, por lo cual si algo o alguien caminaban por ahi era muy difícil escuchar sus pasos.
El atardecer ya dejaba sus últimas luces, y daba paso a los blancos rayos de la luna que comenzaba a asomar sobre las copas altas de los árboles.

Junto a las sombras móviles de las ramas y hojas, se vió una que se movió mas rápido aún, el movimiento fue fugaz, pero perceptible a unos ojos astutos.
Comenzó a saltar de rama en rama, hasta que de un solo salto clavó sus cuatro patas en el suelo humedo.

El verla quitaba el aliento, la luna la iluminaba lo suficiente como para ver sus razgos y líneas.
No era una pantera común, algo distinto y especial tenía, su cuerpo era fibroso, largo. Su pelo era mas brillante de lo normal y sus patas eran finas y largas como para moverse por donde quisiera.
Su cabeza era mediana, sus orejas largas, captaban cada sonido, inclusive los mas inaudibles, y sus ojos ... ESOS ojos brillaban, expresaban y miraban con una mirada que no parecía de este mundo, enfrentarse a esa mirada dejaba atontado a quien se animara a reflejarse en esas terribles pupìlas amarillas.

Miró para arriba observando, buscando, olfateando y comenzó a correr entre los árboles, sus pupilas se dilataron hasta convertirse en dos rayas finas y casi invisibles, el viento soplaba, pero ni asi se confundió hacia donde iba.

Llegó a un claro, donde se detuvo, la luz de la luna entraba como un rayo directo iluminando el suelo, pero ella se quedó mas atrás, llegar a ese haz de luz era exponerse demasiado, se agachó y ahí se quedó mirando, respirando corto, esperando, otra figura atravesó las sombras por delante de otro árbol, en ese momento, el tiempo pareció detenerse y ella tensó cada músculo de su cuerpo, sus orejas desaparecieron por detrás de su cabeza y el fuego se vió en sus ojos, en el instante siguiente, lo que se vió fue dantesco.

Eran una sola figura entrelazada, girando en el aire, donde los sonidos hubieran hecho aterrorizar al hombre mas valiente, los gruñidos, se mezclaban con gritos y rugidos, se veían colmillos, grandes y afilados, dando dentelladas donde hubiera un lugar libre, las garras rasgaban el aire y la piel tambien, en pocos minutos tanto las garras como los dientes estaban teñidos de sangre que chorreaba por las pieles, goteando hasta el suelo.

Los ojos emanaban furia y se traducía en cada movimiento de ambas sombras.
El tiempo pareció eterno, pero fueron unos cuantos minutos lo que duró la lucha, hasta que la que había aparecido última entendió que no tenía chance ni oportunidad de ganarle a semejante pantera, y decidió preservar lo poco que le quedaba sin sangrar y huir de ese lugar, conservando inteligentemente su vida, desapareciendo asi en segundos en medio de la oscuridad.

Ella quedó parada en la mitad del claro, resoplando, recuperando el aire y controlando los pensamientos que venían a su mente, había ganado y sabía que había defendido lo suyo valientemente, el peligro ya no volvería.

Miró hacia abajo y vio que varias de sus patas sangraban, una de sus uñas ya no estaba y sentía un calor terrible en el cuerpo, que instantes después se dio cuenta que era un dolor lacerante el que sentía en cada músculo de su cuerpo, en ese instante se aflojó y sus patas temblaron, comenzó a moverse, caminó casi arrastrándose, con la cabeza gacha y la cola colgando tras sus patas, así llegó a un espejo de agua, con el resto de fuerza que le quedaba, comenzó a meterse, tiñendo de rojo el agua que mojaba sus patas, se aflojó del todo y quedó acostada, con la cabeza semisumergida, sintiendo el alivio que le daba la frecura.

En ese momento, la luna brilló con mas fuerza que nunca y ella mirandola, estiró el cuello y le rugió, fue casi un grito desgarrador, visceral, potente, salido de las entrañas, hecho con el corazón.

En ese momento comenzó a incorporarse y bajo el agua las formas cambiaron, lo que salió del agua, fueron piernas y no patas, una figura desnuda, gateó dolorida y sangrante hasta la orilla donde se tumbó tratando de controlar el dolor que sentía, tenía el pelo largo y oscuo totalmente pegado en la cara y en la espalda, su piel sangraba en las piernas y brazos, quiso lamerse, pero se dio cuenta que con esta nueva forma no serviría de nada.

Ella sabía que iba a recuperarse, solo tenía que cerrar los ojos y esperar a que llegara la mañana, asi todo estaría bien.

Se acurrucó como pudo y cerrando los ojos intentó dormir, las sombras de las nubes taparon la luna y asi la oscuridad lo cubrió todo, sumiendo a todo el lugar en un silencio que obligaba a cerrarse, replegarse y descansar.

Cuando el sol despuntó sus primeros rayos, a la orilla del agua no había nadie, solo un mechón de pelos oscuros y ensangrentados como muestra de lo que allí había sucedido y lejos entre los árboles, en alguna rama escondida entre las alturas hay un par de ojos amarillos que siguen observando todo y controlando que nada salga del orden que ella asi impuso.

7 comentarios:

laura dijo...

nena, de verdad te felicito, es distinto a todo lo que te conozco, es más hasta diría que no tiene mucho que ver con la Marina que venía siendo.

será que este blog de verdad nos va a mostrar otra mujer? porq si es asi creeme que está bárbaro

abrazo y besote

carlos dijo...

cada dia escribis mejor besos

Canoso dijo...

Coincido con Carlos. Desde que entré aquí voy viendo una sensibilidad y capacidad para expresarte cada vez mayor.
te felicito.

Yoni Bigud dijo...

Muy buen escrito, coincido con los demás.

Un saludo.

Marina dijo...

LAU Gracias nena !!!!, me halagan tus palabras, me aegro mucho q te haya gustado.
Besos !!.

CARLOS Gracias amigo, de verdad.
Beso!.

CARUGO Gracias Caru!, me encata que pases siempre, y que te guste!.
Beso!

YONI Nene!, muchas gracias, me halaga viniendo de vos !!.
Besote!.

GRACIAS A TODOS PPOR SUS LINDAS PALABRAS, ME HALAGAN E IMPULSAN A SEGUIR MEJORANDO Y RETOMANDO LO QUE HACÍA TANTOS AÑOS NO HACÍA, QUE ERA ESCRIBIR.
EN ESTE MOMENTO ME HACE MUY BIEN !!
SE LOS QUIERE !!!!!!

Navegante dijo...

Tremendo relato Marina, potente, feroz, y también sensual.
Vine a visitarte pero vi que no tenías nueva entrada desde la última vez que te comente y por eso busqué algo de lo anterior para leer.
Ahora veré si revisas los comentarios de las entradas antiguas, jeeje.
Besito.

Juan Carlos dijo...

Sin palabras.
Tu relato me convence. Se que en algún lugar de la selva, la mujer pantera vigila su territorio.
¿Sabes? … Es más fácil creer que ella existe, a creer que una persona fue capaz de escribir con tanto realismo, de un ser salido únicamente de su imaginación.
Marina, tú no eres la mujer pantera, pero escribiendo “Eres una fiera”.