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domingo, 10 de enero de 2010

A SOLAS ...



Sola en sus pensamientos, se abraza las rodillas, mientras mira por la ventana, un suspiro como de aburrimiento se escapa involuntariamente, vuelve la mirada al libro que descansa abierto sobre su cama y lo único que hace es cerrarlo sin importar perder la página en la que estaba leyendo.

Se levantó y fue hacia el espejo, se quedó varios minutos viendo la imágen que éste le devolvía, realmente no sabía como definirla.

Veía una chica jóven aún, con mucha fuerza interior y poca exterior, su exterior físico era atractivo según su estado de ánimo, según ella claro, los demás generalmente decían que era muy bonita, aunque ella jamás lo creía, porque estos comentarios provenían casi siempre de quienes mas ella quería, pero no importaba, le hacía bien oirlo.

El reflejo que veía esa mañana era tan raro del que había visto los últimos tiempos que ni siquiera quiso intentar entender, se peinó, se cambió y salió por la puerta de atrás que daba a escasos metros del mar, esa casita era su refugio mas privado cuando quería escapar de todo y todos, inclusive de ella misma.

El contacto de sus pies con la arena, de inmediato le arrancó una sonrisa y le hizo cerrar los ojos y aspirar profundo ese viento con olor a sal.
Siguió caminando con los ojos cerrados por varios metros, podría haberlo hecho hasta el agua, ya que conocía esa playa en su total perfección, pero en ese momento no quiso perderse la vista de esa mañana tan hermosa y tranquila.

El sol comenzaba a calentar y el mar se presentaba especialmente tranquilo y sereno, por suerte para ella, nadie andaba cerca, lo cual le permitía disfrutar de la soledad que tanto la curaba cuando estaba asi.

Lo que la arrancó de sus pensamientos de golpe fue la sensación repentina e igualmente placentera del agua fría en sus dedos, miró hacia abajo y vio que sus pies estaban cubiertos de espuma, sonrió nuevamente y comenzó a saltar como los chicos jugando con las olitas chiquitas que llegaban una y otra vez hasta ella, comenzó a caminar dentro del agua, salpicando y mojándose los brazos y la cara, riendo y aspirando ese momento perfecto en que todo estaba bien y nada la alteraba.

El tiempo pasó sin que se diera cuenta y la encontró sentada en la arena, toda mojada, pero con expresión feliz, en ese momento se dio cuenta que esos momentos a solas con ella misma eran los mas importantes en su vida, gracias a ellos podía apreciar todo lo demás con otra visión y en ese momento cuando se dió cuenta que el reflejo que había visto en el espejo era el resúmen de toda su vida, los buenos y los malos momentos, los mas felices y los mas tristes y tambien vio a cada una de las personas que habían formado y formaban parte de su vida, ella misma era ese resultado con todos los aciertos y fracasos que esto significaba y que lo único que quería era seguir viviendo la vida como se le presentara, disfrutando y aprendiendo.

Haciendo que vivirla VALIERA LA PENA ...

10 comentarios:

laura dijo...

comparto mucho de lo que decís, no sé si esos momentos a solas son los más importantes pero sí sé que en esos instantes he tomado grandes decisiones en mi vida.

ya te lo he dicho alguna vez pero bien vale ahora, rescato y defiendo a rajatabla mis momentos a solas, disfruto de mi soledad y eso no es negociable

hermoso posteo, porque así aprendiendo es como vale la pena vivir la vida, si supieramos todo no sé qué haríamos el resto de nuestras vidas, no?

besos Marina, y un abrazo enorme

KL@U dijo...

Te leìa y me transportaba en esa playa!!
Tocaba la arena con mis pies y sentìa el viento en micara!!
Que facilidada tenès para transmitir!No dejes de hacer èsto...es muy lindo!!!!!

Te espero en mi blog!

El viento a contramano dijo...

La vida, esa palabra tan grande... tan digna de ser, valga la redundancia, vivida... La vida, ese ir y venir llamado vivir, que es tan increíble, tan variado en sensaciones. Tu relato describe muy bien ese vaivén tan característico del vivir, los buenos y malos momentos, hasta lo momentos indiferentes… esa playa, la reflexión y el acaba concluyendo que la vida siempre vale a la pena vivirla.

Un beso grande, Marina. Hasta pronto!!

Canoso dijo...

La locura de la vida hace que no tengamos muchos momentos para estar solos con nuestra alma.
Coincido con Laura.
Muchas decisiones importantes se toman en esos instantes.
Besos!

carlos dijo...

la vida es bella solo hay que descubrir su magia y a disfrutar excelente post muchos besos amiga

pd un comentarista incodicional

ElFlaco dijo...

Cada momento es importante es unico y hay que vivirlo como tal, me tomo cierta licencia para reproducir aquella frase de la pelicula argentina "La puta! que vale la pena estar vivo! " o no ?

Marina dijo...

LAU La soledad, como momento de resguardo y reencuentro es muchas veces uno de los momentos mas imprtantes en la vida, ya que nos permiten simplemente, poder seguir.
Definitivamente saber todo creo que haría que no valiera la pena que estuvieramos en esta Tierra.
Besotes nena linda.

KLAU Gracias amiga!, me alegro mucho que te haya llegado de esa manera, es que la playa me puede, siempre tuvo ese efecto en mi, desde muy chica.
Ya se que tengo abandonadas las visitas, pero estuve realmente complicada, allá voy !!
Beso gigante nena !!

VIENTO Totalmente, pienso que la vida hay que vivirla, pero con SENTIDO, con algo que nos lleve no solo a disfrutar, sino tambien aprender, de esa forma se hace mas interesante y entretenido obvio.
Gracias amigo, por pasar siempre, besos !!

CARU EXACTO !!, a eso me refiero con que estos momentos a solas son maravillosos,y porsupuesto necesarios !!
Yo disfruto mucho mi soledad cuando la necesito, realmente lo hago.
Besotes Caru !!

CARLOS Siii, comparto totalmente, a veces se hace mas difícil, otras no tanto, pero bueno, vale la pena vivirla.
Claro que sé que sos incondicional y lo valoro mucho!
Besos amigo !!.

FLACO Que bueno verlo por acá coterráneo!, me alegra su visita, y comparto una vez mas esa frase claro que si ... vale la pena estar vivos !! y cuanto !!.
Besos.

Juan Carlos dijo...

Hay momentos donde la soledad se hace tan importante, que se vuelve imprescindible para poder ver, o discernir lo que en otras circunstancias sería imposible. Y es que esta soledad a la cual nos referimos, no es sólo la ausencia de los demás. Es más bien, una cita a solas, con nosotros mismos.
Perdón por ingresar sin invitación. Mi nombre es Juan Carlos, no soy un blogero, pero si un viajero virtual, que al llegar a este tu blog, se quedo atrapado (sin pretenderlo) en la sencillez de tus palabras describiendo lo profundo. Siento que sería injusto pasar de largo, sin decirte al menos: “Gracias por compartir este momento de tu inspiración”. Tienes la capacidad de transportar a quien te lee, a los lugares y a las situaciones, que tus letras nos quieran guiar.
¡Saludos!

Marina dijo...

JUAN CARLOS Primero que nada, Bienvenido, y acá nadie necesita invitación, puede venir quien guste de compartir buenos momentos, de modo que me alegra que haya entrado.
Coincido con sus palabras, y es verdad, " esa " soledad, es una cita a solas con uno mismo y lo bien que hace, al menos a mi claro.
Gracias por sus palabras y lo espero siempre que quiera.
Un beso grande.

Gisela mami de Aldana dijo...

hola marina
hace mucho que no pasaba por tu blog
como andas?
por aca mucho calor pero bueno, estamos en verano no?
besos